viernes, 23 de octubre de 2009

martes, 20 de octubre de 2009

¿Qué es un hábito?


Proviene del latín “habitus”, que significa: Adquirir, adoptar, coger, tomar, tener. Se define también como la particularidad del comportamiento de una persona, que consiste en repetir una misma acción, o en hacer cierta cosa de la misma manera.
Algunos definen el hábito como una “costumbre inconsciente”, pero aunque costumbre y hábito se refleja en la repetición de una acción por parte de la persona, ambas poseen un elemento que las diferencia y es que la costumbre no puede ser aplicada a calificaciones y valoraciones morales.
La lectura es un hábito y como tal es necesario formarlo, aprovechando cada oportunidad que tengamos para practicarlo, por ejemplo hoy día, la cantidad de información que encontramos no solamente en medio impresos, sino también en la Web es sorprendente, sino date cuenta e ingresa un tema o una frase en un buscador y te puede parecer increíble la cantidad de información que aparecerá ante tus ojos, y a la distancia de un clic para poder acceder a ella, pero desafortunadamente no tenemos el hábito de la lectura, aquella costumbre en que lees y no porque necesitas saber el significado de algo o porque te es impuesto investigar sobre determinado tema, sino cuando lees por placer, porque es tu medio para escaparte por un momento de la realidad y emprender un viaje hacia otras épocas, hacia otros mundos, en donde te encuentres en el medio de una historia intrigante y apasionada, donde se ven envueltos todos tus sentidos, y con la ventaja que puedes volver a encaminarte en este viaje cuantas veces lo desees; y es que la lectura es uno de los comportamientos intelectuales más complejos al que puede llegar el ser humano.


¿Qué es lectura?


El proceso de recuperación y aprehensión de algún tipo de información o ideas transmitidas por un tipo de código que por lo general puede ser virtual o táctil (por ejemplo, el Sistema Braille).
Así mismo la lectura no es una actividad aislada, sino que pone en juego al lector y una serie de relaciones complejas con el texto.
Se han planteado tres definiciones para la lectura:
Saber leer significa saber pronunciar las palabras escritas.
Saber leer significa saber identificar las palabras y el significado de cada una de ellas.
Saber leer significa saber extraer y comprender el significado de un texto.
Además, existen varias ciencias que se encuentran relacionadas con la lectura, a saber:
a) Fisiología: Comprende la capacidad humana de leer, desde el punto de vista biológico, gracias al estudio del ojo humano.
b) Psicología: Define el proceso mental que se lleva a cabo durante la lectura. Los procesos psicológicos de la lectura fueron estudiados a fines del siglo XIX por Enrique Javal.
c) Pedagogía Clínica: Se ocupa de los aspectos educativos en cuanto al proceso enseñanza-aprendizaje de la lecto-escritura, de los disturbios específicos de la lectura, y la habilidad necesaria para una lectura eficaz.

Leer o No Leer

Pareciera que en nuestra sociedad moderna, rodeada de avances tecnológicos, donde nuestros sentidos se ven influenciados por una gama variada de atracciones visuales, se podría entender que nuestros sentidos audiovisuales se encuentran tan estimulados y deseosos de conocimiento que la lectura, hoy por hoy, sería un hábito natural, algo de lo que tenemos necesidad de practicar para poder existir y jugar un papel eficiente como debe de ser.
Dejando de lado la anterior descripción que podrían hacer de nosotros las sociedades que nos anteceden, y ubicándonos en la realidad, sabemos que el hábito de la lectura no es tan común encontrarlo en las personas, pero se nos olvida que la mayor parte de los conocimientos adquiridos ha sido a través de la lectura, complementada desde luego con otros medios.
Pero ¿Por qué es tan difícil construir el hábito de la lectura? Los especialistas coinciden en que el hábito de la lectura debe ser inculcado desde los primeros años de vida, y no solamente se refiere a dentro de las aulas de clases, sino también en el hogar, para crear en el niño la necesidad de estar continuamente adquiriendo conocimientos. Aunque los especialistas se refieren a la época idónea para poder inculcar el hábito de la lectura, no por ello resulta imposible adoptarlo en una etapa diferente de la vida de una persona, pero lo que sí determinan es que requiere una continua práctica para lograr hacerlo parte de la vida cotidiana.

El hábito de la lectura se inculca, no se impone...


Este es un error común que muchos han cometido tanto al querer adoptarlo, como al querer crearlo en sus hijos, siendo la lectura, por el contrario una hermosa actitud en la vida que ennoblece al ser, cultiva es espíritu y transforma a la persona.
Ha quedado como una fotografía de recuerdo en nuestra memoria que las anteriores sociedades practicaban la lectura no sólo en la intimidad, sino también en sus reuniones habituales, y se podría pensar que era por la falta de fuentes de entretención (televisión, desarrollo de la informática, cine, etc.), y aunque por un lado es una razón cierta y válida, el error estuvo en relegar a la lectura en segundo plano, ya que por excelencia es el medio por el cual alimentamos nuestro intelecto y nos ayuda a adoptar un mejor comportamiento en nuestra sociedad.
Más allá del hábito de la lectura siempre hay un libro que espera ser abierto, un libro cerrado es una aventura que espera ser iniciada.

Proceso de la lectura

Muchos pensarán que la lectura, no envuelve más que tomar cualquier clase de texto, dirigir la mirada hacia ello y descifrar de qué se trata, pero existe un proceso mediante el cual leemos y consta de los siguientes pasos:
a) La Visualización: Cuando leemos no deslizamos de manera continua la mirada sobre las palabras, sino que realizamos un proceso discontinuo, cada palabra absorbe la fijación ocular durante unos 200-250 milisegundos y en apenas 30 milisegundos se salta a la siguiente, a esto se le conoce como movimiento sacádico. La velocidad de la lectura es relativa, un lector lento enfoca de 5 a 10 letras por vez, mientras que un lector habitual enfoca una veintena de letras.
b) La Fonación: La información pasa de la vista al habla, una articulación oral consciente o inconsciente puede ser fundamental para la comprensión de materiales como la poesía o discursos orales.
c) La Audición: La información pasa del habla al oído.
d) La Cerebración: La información pasa del oído al cerebro y se integran los elementos que van llegando separados. Con esta etapa culmina el proceso de comprensión.

Importancia de la lectura


Cuando nos damos cuenta que la lectura va más allá que solamente proporcionar información, o significado de cosas que anteriormente no conocíamos, sino que además forma, educa, mejora nuestra capacidad de análisis, reflexión, concentración y estimula la imaginación (algo que muchos consideran está reservado solamente para la niñez), entonces es más fácil comprender por qué es importante crear un hábito de lectura.
Las persona con hábito de lectura están preparados para aprender por sí mismos durante toda su vida; lo que en estos tiempos tiene una importancia mayor ya que estamos en una época donde los conocimientos envejecen o quedan obsoletos con mucha rapidez, y es por ello que necesitamos mantener un conocimiento fresco.
¿Sabías que tener una fluída comprensión lectora o poseer el hábito de lector es algo más que solamente tener un pasatiempo digno de admiración? Y es que te garantiza el futuro, a continuación algunas razones de por qué la lectura es importante:
a) Ayuda al desarrollo y perfecciona el lenguaje, mejora la expresión oral y escrita, y hace el lenguaje más fluído.
b) Aumenta el vocabulario y mejora la redacción y ortografía.
c) Mejora las relaciones humanas, porque facilita el desarrollo de las habilidades sociales al mejorar la comunicación y la comprensión de otras mentalidades.